EL EFECTO DE LA IMPROVISACION
No es posible dirigir una fuerza armada o de seguridad y obtener resultados esperados, si lo que la dirigen no tienen noción de la seguridad interior o pública. Las autoridades políticas pueden diseñar una operación militar o policial, pero con la estricta e insalvable participación de personas relacionadas con esas fuerzas con la necesaria e indispensable formación y experiencia al servicio de la finalidad prevista y el éxito de la planificación trazada.
Esto no asevera tampoco que el hecho de que todo esté llevado a cabo por personas inteligentes y capaces tenga la seguridad del éxito porque a veces con una fuerza armada descomunal se pueden lograr cosas que otra mas poderosa echen por tierra , no hablo de capacidad de fuerza sino de su correcta dirección. La delincuencia aumenta su accionar no porque no exista una fuerza policial sino porque su plataforma de funcionamiento acelera la permisividad que es la antesala de la anarquía,
Los dos ejemplos que arrimo , el primero a nivel militar fue evitar una TGM en manos del Presidente John Kennedy en ocrubre1962 con la famosa Crisis de los Misiles, con Cuba que sin violencia terminó con la carrera armamentista de la URSS en Cuba, instalando misiles direccionados a EE.UU. y pacificó la región a ese nivel mundial. Lo logró mediante el asesoramiento y la astucia de infinidad de militares del alto rango de las tres armas, con experiencia en las dos últimas guerras y un gabinete de funcionarios de muy alto prestigio que supieron asesorarlo en un momento tan crítico de la historia de la humanidad en el siglo pasado.
En el orden policial Rudolph Giuliani, en la década del 90 Alcalde de Nueva York logró reestablecer el orden público en la ciudad a su cargo, desde la mínima infracción como saltar los molinetes de los subtes, hasta los peores crímenes sin excluir a ningún policía, sino dando órdenes claras y precisas a sus subordinados, combatiendo la corrupción policial, con una misma policía pero adecuada a las nuevas formas establecidas. Para ello tuvo la potestad de elegir sus propios jueces de pensamiento igual al propósito establecido en su plataforma política de reducir sustancialmente el crimen, incrementando notablemente la cantidad de policías y equipamiento necesario lo cual fue logrado con éxito, utilizando a los hombres que sabían y conocían las calles.
Cabe decir de estas enseñanzas que dejó experiencias que la guerra o la seguridad no puede dejárselas a los militares o las policías porque es algo muy peligroso, pero mucho mas lo es prescindir de ellos porque saben como resolverlo y porque fueron activos testigos participes de los acontecimientos.
Por otro lado, a Napoleón jamás pondría como general a cargo de su tropa a un buen médico por bueno que lo fuera.. La improvisación en estos eventos es algo extremadamente peligroso y la prevención es la base de la seguridad al tanto que persigue nada más que el hecho no se produzca. Cuando el delito se produce se pierde la esencia de la seguridad que es la prevención.
Lo que se transmite entre policías en el devenir de los años sobre las cosas que se aprenden a diario haciendo análisis de inteligencia criminal ,es lo que se denomina la universidad de la calle, cosas que no se aprenden con los libros, sino a través de experiencias propias y años de trabajo que día a día se van mejorando para tener mayor efectividad
En el caso de nuestro país, para poder reestablecer el orden social, es indispensable primero contar con el apoyo político y que la política sea direccionada directamente a esa cuestión. El límite de esto debe ser la muerte. Cuando no se puede contener las muertes hay que obrar rápidamente sobre la sociedad y subsanar este grave daño social que hace que perdamos nuestros padres, hijos, hermanos, familiares y vecinos. Hablamos de vidas humanas.
Como dicen los abogados, cuando fallece la mujer el hombre es viudo, cuando falta el padre es huérfano, pero justamente la pérdida de un hijo no tiene ningún nombre y realmente esto se semeja al aforismo. “En la guerra, los padres entierran a sus hijos y en la paz los hijos entierran a sus padres”. La pérdida de un hijo en el seno familiar por haber sido víctima de un hecho delictuoso es un dolor incontenible y latente.
Para hacer esta tarea tan importante se debe reordenar el principio de autoridad que la sociedad a perdido, o sea los roles; el padre con el hijo, el maestro con el alumno, el policía con el delincuente y el inspector de tránsito con el infractor. Puede llevar esta tarea más de diez años para ordenar el sistema actual. Esto parece irrisorio pero el país se convirtió en que ahora la liebre corre al perro, como una inversión de valores de la sociedad.
Las leyes y los códigos son buenos, ni siquiera hace falta modificarlos, simplemente restaurar las “anteriores penalidades” que burdamente los legisladores fueron atemperando para que permanezca la esencia ante la opinión pública pero disimuladamente desaparezca la penalidad grave ( garantoabolicionismo ). Esto quien está al margen de la ley, lo tiene muy claro y lo ve como su “mejor momento”, por eso aparte de nuestros marginales, la presencia de gran cantidad de delincuentes de diversas nacionalidades buscando su “vergel”, deslumbrados por la lasitud de nuestra justicia y la policía.
Comparto que las policías deben estar subordinada al poder político en lo que hace a la obediencia, y deben ser dirigida por el poder, pero la fuerza operativa no puede estar en manos de civiles inexpertos sino de los funcionarios mas capaces y con la mayor experiencia para resolver cualquier situación de magnitud y hasta porque no tener una comisión a forma de consejo ,integrada por funcionarios retirados que hayan sido notables en el ejercicio de su función y devolver a la población la absoluta seguridad en las calles para que se invierta la carga de la prueba y en vez de estar preocupados por la inseguridad reinante todo el mundo transite libremente respetando las leyes y reglamentos vigentes y sienta que lo hace seguro porque la calle no esta en manos de los delincuentes.
El Estado se ocupó con excelencia por los derechos humanos de los delincuentes detenidos, que me parece correcto y normal, porque la sociedad venía de soportar una cruel dictadura militar de siete años pero se olvidó un poco de los derechos humanos de las víctimas que son curiosamente los que forman la sociedad, ya que los otros son marginales y esto hizo que se modificaran los códigos de procedimientos, las excarcelaciones y condenas en forma permanente desde del último advenimiento de la democracia legislándose demasiado en detrimento de la sociedad que en definitiva es la que sufre arrodillada el actual baño de sangre en las calles.
Uno de los fenómenos sociales que agravó la situación y que es un enemigo implacable que hace que los hombres actúen sin raciocinio, sobre todo los de mal vivir lo es por el consumo de todo tipo de drogas muy arraigado esto en los diversos estratos sociales. La conveniencia de abordar en forma separada el combate permanente al tráfico de estupefacientes y dedicarle el mayor de los esfuerzos en tratar seriamente su eliminación por los cuerpos especializados coadyuva a una solución que está directamente emparentada a los altos índices delictuales.
El exceso de permisividad, como vemos ahora, conduce irremediablemente a la anarquía y a la anomia de la policía carente de medios legales para actuar ante la mínima infracción salvo en los casos de enfrentamientos armados inesperados, o la flagrancia. Hay que tener muy claro que es una potestad indelegable la investigación policíaca en todas las policías del mundo por la capacidad y la experiencia de sus hombres Esto no es sinónimo de represión sino la simple idea de reestablecer el orden público bajo el cumplimiento de la ley.
Si el policía va mas allá del poder otorgado esta la justicia en vela para intervenir en reparar cualquier daño social. Ya en estos días de abril del 2013 curiosamente la prensa esta hablando que con los 89 homicidios de Rosario en este tres primeros meses, junto con los de Mar del Plata, estas dos ciudades encabezan los lugares mas inseguros de país sobrepasando en el índice de homicidios de ciudadanos víctimas de hechos delictuosos entre ambos al GBA donde vive el 39 % de los argentinos, creo que es una cifra alarmante y que ya esta desbordando la capacidad de asombro de quienes fuimos policías. Una verdadera selva.
Nadie tampoco ni las propias autoridades de cada fuerza le dan la importancia a la pérdida de la vida de un efectivo, esta solamente acompañado por su familia y quienes fueran sus jefes directos y compañeros. La sangre de un servidor público debería ser tomada como un ejemplo social de quien dio la vida en cumplimiento del deber, y al servicio de la población toda a la que se comprometió proteger. Sus funerales deberían ser fastuosos como ocurre en otros países. No hay otra profesión que ofrezca la vida de sus componentes al servicio de la sociedad. Esto no hay que olvidarlo.
Hay que invertir en seguridad, dotando a las fuerzas de todos los elementos técnicos necesarios al servicio de esto, adquiriéndolo en el país que los utilice observando cuanta novedad aparezca para fortalecer el servicio ,sin escatimar presupuestos porque la delincuencia migra constantemente en el amplio abanico de delitos nuevos, se potencia aprendiendo de las fallas de la seguridad y previniendo o reprimiendo los delitos se logrará así también salvar vidas humanas, para evitar tantas muertes inocentes porque en definitiva la muerte no se debe negociar.
No hay que atomizar la policía, creando más dependencias que produce un efecto contrario sobre el grueso de la totalidad de los componentes y la debilita. Es como poner bolitas de vidrio dentro de un vaso, cuanto mas vasos hay menos bolitas habrá en ellos. Esto lo digo por que si bien la policía creció en personal en veinte mil hombres en veinte años son tantas las dependencias creadas con infraestructura inadecuada que al final todas las dependencias carecen del personal necesario. Son un promedio de mil hombres por año. No olvidar los que pasan a retiro.
El caso de Mar del Plata, que hace treinta años tenía sólo cuatro Comisarías y destacamentos y hoy tiene diez y seis Comisarías. . Hay dependencias policiales del Gran Buenos Aires, que tienen la misma dotación que hace 25 años.
Es increíble verificar como se deforma una dotación por la cantidad de puestos a cubrir. Por ejemplo una dependencia con cuarenta hombres, quitando jefe, subjefe, y oficiales en el mínimo, tenemos seis o siete hombres. Quedan treinta y tres. Tres en la guardia, treinta. Tres chóferes, veintisiete- Tres disponibles para acompañante, veinticuatro, tres cabos de guardia para cubrir los calabozos mas un cuarto para relevarlos, quedan veinte hombres, seis para cubrir “puestos fijos”, como una vigilancia especial o la custodia del domicilio del algún funcionario, quedan catorce, uno mas como chofer del jefe, quedarían trece, uno con parte de enfermo y otro con vacaciones, quedan once, uno mas para llevar correspondencia quedan diez hombres.
Si algún comisario puede ofrecer seguridad a 400 manzanas con tres hombres un móvil con chofer y acompañante, no es difícil conocer el resultado, por eso algún Jefe de Dependencia refiere “andamos escasos de personal”, notando que hablamos de un solo vehiculo, porque de haber más por turno hay que agregar mínimo dos hombres por cada móvil
Hay que tener en cuenta que sobre la dotación total de 40 hombres, sacando a los jefes , el resto hay que dividirlo por tres porque el servicio normal de las dependencias son 8 por 16 horas y 16 por 32 horas, que equivale a tres turnos. Pensar que cuando algún funcionario dice haber reforzado una dependencia con diez hombres, en realidad todo conjunto de numerarios hay que dividirlo por tres.
Lo que resulta curioso es el caso de la Policía Federal Argentina, hace mas de 50 años que mantiene el número de 55 comisarías en la ciudad de Buenos Aires. Es la pirámide inversa,. mayor dotación a cada dependencia. La Policía Federal tiene cuatro tercios de seis horas y un quinto relevante en las Comisarías.
A partir de este mes de mayo del 2013 esta Policía cuenta con nuevos patrulleros policiales marca Ford ,construidos en Argentina por ingenieros asesorados por las tres fuerzas de seguridad (Policía, Gendarmería y Prefectura) con una alta tecnología ,blindaje total y mas de diez cámaras de monitoreo piloteado por un solo hombre que a su derecha cuenta con una pantalla que inmediatamente identifica a los vehículos que circulan con alguna patente adulterada o con pedido de secuestro ,cerca del patrullero y a 360 grados de posición que de inmediato lo pone en alerta al conductor y a su vez al Comando Radioeléctrico para su seguimiento y detención. y habitáculo- celda en la parte trasera para alojar detenidos, con asientos especiales y máximas medidas de seguridad de aislamiento. Todo esto debidamente monitoreado las 24 horas.
Por supuesto no es comparable el presupuesto nacional, con el provincial, lo que supone de las carencias de las policiales provinciales.
Un error grave fue haber desmembrado los comandos radioeléctricos, ya que la policía de la provincia mas poblada del país no lo tiene.
Su accionar desde sus principios de la década del 60 con los Jeeps carrozados con puerta atrás hasta la caída del último que fue el de Mar del Plata, pese a la rogatoria del Intendente Katz y la decisión irrevocable tomada por el Ministro Arslanian. fue real mente histórico por su presencia permanente en las calles y la celeridad para tener la presencia en pocos minutos de diez móviles en una esquina para apoyo y su practicidad de servicio por ser un cuerpo ajeno a las Comisarías, que funcionaba las veinticuatro horas rondando las calles en prevención totalmente independientes ya que su personal y medios no era afectado a otros funciones y lo hacían con resultados muy efectivos sea en controles , detenciones, persecuciones y enfrentamientos armados
Estoy de acuerdo con los nuevos institutos policiales creados para la preparación de los futuros cuadros, pero era muy efectivo el reclutamiento por Comisaría, donde el jefe tenía la potestad de elegir a conciencia quienes serán sus propios subordinados para luego enviarlos al instituto respectivo de preparación, esto generaba mas conocimiento personal del elemento elegido y algo vital que era el localismo,y la recomendación de terceras personas de conocimiento.
No estoy de acuerdo con la salvedad que no sea familiar de policía u otra fuerza porque ese aspirante desea ingresar motivado por cierta vocación de servicio de orden familiar y no va a utilizar esta importante institución de seguridad pública como salida laboral
EDUARDO JAVIER LEIVA
Observador y Analista de la seguridad pública
EL AFORISMO DE HOY :
Pide solamente lo que razonablemente te puedan conceder
El día está cerrando